La liquidez es el combustible que las empresas necesitan para funcionar en su día a día. Una opción que puede ayudarles con esa inyección que requieren es el factoring: se trata de un mecanismo de financiación a corto plazo por el que una entidad financiera adelanta los cobros a un negocio.
Cobrar anticipadamente el importe de las deudas puede suponer una gran ayuda para una pyme. Y el factoring lo hace posible. Esta alternativa de financiación de circulante a corto plazo, que incluye además servicios adicionales como asesoramiento comercial e información de solvencia de sus clientes, puede encajar en cualquier tipo de negocio.
¿Cómo funciona el Factoring para empresas?
A través del mecanismo de factoring, una empresa cede un crédito (una factura o derecho de cobro) a una entidad financiera a cambio de que le abone esa cantidad de dinero. Pero el valor que puede aportar la entidad a la empresa va más allá de lo puramente financiero, ya que el factoring incorpora servicios adicionales como la gestión del cobro o asesoramiento comercial.
¿Tiene algún costo?
El principal beneficio que la empresa obtiene al contratar el factoring es transformar sus ventas a crédito en operaciones al contado, es decir, que entre dinero líquido en caja. Esto, por extensión, mejora la capacidad de financiación del negocio.
Como cualquier otro servicio financiero, acceder a estas ventajas conlleva asumir un coste:
- Intereses: se aplica un tipo de interés al capital anticipado durante el plazo de cesión.
- Comisiones: sirven para cubrir los costes asociados a la operación.
Las ventajas delfactoring en las empresas>
- Liquidez y posibilidad de obtener dinero efectivo inmediato;
- No requiere garantías reales, a diferencia de los productos de crédito convencional;
- Externalización, pues el factor asume la gestión del cobro facilitando la puntualidad y cancelación de las cuentas;
- Ahorro de costos, en tiempo y dinero que las empresas ya no destinarán a la administración de esa cartera;
- Mejor planificación de tesorería, al asegurarse flujos y plazos ciertos.
El factoring suma un doble beneficio: por un lado resuelve el problema de financiamiento sin recurrir a un endeudamiento probablemente costoso; por otro lado supone un proceso de calificación que puede ayudar a mejorar el perfil de riesgo de clientes, hipotéticos sujetos de crédito en condiciones más ventajosas
No obstante el sector muestra una creciente institucionalización. En los últimos veinte años se han constituido, entre otras instituciones, la Asociación Chilena de Factoring (ACHEF), la Asociación Mexicana de Factoraje Financiero y Actividades Similares (AMEFAC), la Cámara Costarricense de Empresas de Factoreo (CCEF), la Asociación Brasileña de Factoring (ABFAC, con sede en San Pablo), la Asociación Colombiana de Factoring y Entidades Afines (Asofactoring, con sede en Medellín) y la panregional Asociación Latinoamericana de Factoring (FELAFAC, con sede en Santiago de Chile).