En el factoring no se habla de “tasa”, aquí te contamos cuál es el término correcto
En el mundo financiero, la precisión en el uso de los términos es fundamental para evitar confusiones y malentendidos. Uno de los errores más comunes en la industria del factoring es referirse a la “tasa” para describir los costos de esta operación. Sin embargo, este concepto es incorrecto, ya que el factoring si bien otorga liquidez inmediata, no funciona como un crédito tradicional. A continuación, explicamos por qué es incorrecto hablar de “tasa” en factoring y cuál es la manera adecuada de calcular el costo de este servicio.
El factoring no es un crédito
El factoring es una herramienta financiera utilizada por muchas pymes para obtener liquidez inmediata sin recurrir a un préstamo bancario. En esta operación, la empresa cede sus facturas por cobrar a una entidad financiera a cambio de un adelanto de efectivo. Como no se trata de un préstamo, sino de una compra de facturas, no se cobra un interés como en un crédito tradicional.
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Diferencia entre “tasa” e “importe de descuento”

En una operación de factoring, el costo del servicio se refleja en la diferencia entre el valor nominal de la factura y el monto que la empresa recibe. A esto se le llama “importe de descuento” o “porcentaje de descuento aplicado a la factura”, y no “tasa de interés”.
La confusión surge porque, en un crédito bancario, la tasa de interés es el porcentaje que se cobra sobre el capital prestado. En cambio, en factoring, la entidad financiera no presta dinero, sino que compra facturas a un precio menor a su valor original. Este descuento depende de varios factores, como:
- Plazo de pago: A mayor plazo, mayor descuento aplicado.
- Perfil del deudor: Empresas con mejor historial de pago generan un menor descuento.
- Políticas comerciales y de riesgo de la entidad financiera.
Regulaciones y transparencia en el sector financiero
En Chile, las tasas de interés están reguladas por el Banco Central y la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), que establecen límites como la Tasa Máxima Convencional (TMC). Sin embargo, estas regulaciones no aplican al factoring, ya que no es un crédito, sino una transacción comercial de compra de facturas.
Importancia de una comunicación financiera clara
Para las pymes que buscan financiamiento, es crucial entender esta diferencia y analizar el “importe de descuento” en lugar de enfocarse en una supuesta “tasa”. Usar los términos correctos no solo evita confusiones, sino que también contribuye a la transparencia y confianza en el sector financiero.
Si tu empresa está evaluando una operación de factoring, asegúrate de comprender los costos reales y el monto que recibirás por tus facturas.
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Factoring, financiamiento para pymes, liquidez empresarial.